El agua como elemento clave en las estrategias de sostenibilidad corporativa
El planeta tierra está formado por 70% de agua lo que podría hacernos pensar que contamos con una gran cantidad de este recurso. Sin embargo, de este porcentaje, 97.5% es agua salada y sólo 2.5% es agua dulce. Asimismo, del 2.5% de agua dulce, 69.7% está en los glaciares, 30% en los mantos acuíferos y 0.3% en ríos y arroyos. Es decir, sólo el 0.007% del agua que existe en el planeta tierra es la que está disponible para consumo humano.
Como todos sabemos, el agua es un recurso esencial para la vida, no sólo para la subsistencia el ser humano sino para la de todos los seres vivos y ecosistemas naturales. Aunque se habla del agua como un recurso renovable, es un recurso limitado. Es decir, nuestro planeta tiene sus propios mecanismos para producir este líquido vital, sin embargo, si no se controla la forma y la intensidad en el uso, consumo, tratamiento y circulación agotaremos la disponibilidad de este recurso.
La preocupación a nivel mundial respecto a las problemáticas que podrían desencadenarse resultado de la falta de cuidado del agua se empezó a trabajar desde 1949 en la Conferencia Científica de las Naciones Unidas sobre Conservación y Utilización de los Recursos en donde por primera vez un órgano de las Naciones Unidas comenzó a poner foco en la importancia de ocuparse del uso y agotamiento de dicho recurso. Sin embargo, en ese entonces la atención se centraba en cómo gestionar el uso del agua en beneficio del desarrollo económico y social.
No fue sino hasta 1968 cuando Naciones Unidas empezó a considerar las cuestiones medioambientales, y hasta 1972 que realmente se le dio importancia al tema de cuidado y conservación del agua y el medio ambiente a través de la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano. Como resultado se emitió una declaración con 26 principios la cual fue apoyada por 113 países.
20 años después, como resultado de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo llevada cabo en Río de Janeiro, se logró sentar las bases para poner como parte de los temas prioritarios en las agendas internacionales el cuidado del agua y el medio ambiente. Fue a partir de estos esfuerzos que a partir de 1992 se definió el 22 de marzo como Día Mundial del Agua con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia de este líquido vital y sus cuidados, así como de las terribles consecuencias que se derivan del agotamiento de dicho recurso.
Asimismo, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 el cuidado del agua se asumió como un tema prioritario, lo que se ve reflejado en la definición del Objetivo 6: Acceso a agua limpia y saneamiento.
Sin embargo, a más de 50 años de haber puesto como prioridad en las agendas globales la importancia de este recurso natural y a 29 años de conmemorar el Día Mundial del Agua, la pregunta es: ¿realmente estamos conscientes del tamaño de esta problemática y sus consecuencias?
Echemos una mirada al contexto y situación actual de la problemática a nivel global:
- 3 de cada 10 personas carecen de acceso a agua potable en el hogar
- 700 millones de personas en el mundo podrían verse forzadas a desplazarse debido a la escasez de agua de aquí a 2030. Como consecuencia de los desplazamientos forzados se originan numerosos conflictos políticos-sociales-económicos
- Aproximadamente 159 millones de personas recolectan el agua potable de fuentes de agua superficial, como los estanques y arroyos
- Las personas que recolectan agua potable de estanques o arroyos caminan alrededor de 6 kilómetros para llevarlo a su hogar
- El tiempo que se requiere invertir para tener acceso al agua contribuye a que los padres tomen la decisión de que los niños no vayan a la escuela para que apoyen en estas tareas resultando en deserción escolar
- 6 de cada 10 personas carecen de un saneamiento seguro
- Más de 700 niños menores de cinco años mueren todos los días de diarrea, a causa del agua insalubre o un saneamiento deficiente
- Aunque no hay datos duros respecto al impacto que tiene la falta de agua respecto a la pandemia de COVID-19, es evidente la relación directa que hay entre la limitación para lavarse las manos e implementar medidas de sanitización y la propagación del virus y otras enfermedades
- La escasez de agua tiene un impacto directo a la agricultura y ganadería resultando en escasez de alimentos
- Especies, tanto animales como vegetales, se encuentran en peligro de extinción
- El mundo ha perdido el 70% de sus zonas húmedas naturales en el último siglo
Evidentemente, a pesar de los esfuerzos por crear conciencia y tomar acción respecto a la conservación y uso del agua, el panorama actual no es nada alentador. Se ha identificado que las 3 causas más graves de esta problemática son:
- Contaminación: como resultado de desechos industriales, derrames petroleros, del uso de pesticidas en la agricultura, así como resultado de la actividad y estilo de vida de los seres humanos
- Cambio climático: como consecuencia se ha potenciado la falta de lluvia y aparición de sequías generando un desbalance en los ecosistemas, deforestación, así como afectación en los procesos agrícolas e industriales
- Consumo desmedido del agua: tanto a nivel industrial, como en pequeña escala en el consumo y malgasto individual del agua en los hogares
Es por esto que consideramos que el incluir acciones enfocadas al cuidado del agua dentro de la estrategia de la Responsabilidad Social Empresarial es indispensable para contribuir a la solución de esta problemática. No solo desde las acciones propias de la empresa para reducir el impacto negativo que su quehacer empresarial genere, sino para desarrollar una mayor conciencia entre sus colaboradores y stakeholders de la importancia de atender esta situación, tanto a nivel empresarial como individual.
En Shared Value Consultores podemos brindarte el acompañamiento que tu empresa requiera para desarrollar estrategias y planes de acción que contribuyan al desarrollo de la sostenibilidad de tu empresa.
Interesante artículo. La respuesta a la primera pregunta, conforme a mi visión y experiencia, es un rotundo NO. Aún hay mucho por hacer y se requieren profesionales como ustedes para informar, educar, orientar y solucionar problemas relacionados a este vital líquido. Mucho éxito!
Muchas gracias Andres, esperamos aportar información importante y concientizar acerca de este importante elemento, nos gustaría invitarte a revisar nuestros demás temas. ¡Saludos!