hola

Estimados compañeros,

Por órdenes del Gobierno Federal y por protección de todos los colaboradores, les comunicamos que a partir de hoy trabajarán cada uno desde sus hogares hasta nuevo aviso. 

Estas y otras medidas se tomarán para evitar los contagios por COVID-19 dentro del equipo de trabajo y hacia sus familiares.

Les pedimos que se coordinen con sus jefes directos para ponerse de acuerdo en cómo empezarán a trabajar a distancia y acordar las tareas prioritarias.

Sin más por el momento,

La Dirección

Muchos de nosotros en marzo del año pasado recibimos un correo parecido a éste, fue uno de los medios en los que nos avisaron que tendríamos que ir a trabajar a nuestras casas, por un tiempo estimado de 40 días por causa de una pandemia, la cual nadie entendía, ni sabíamos la gravedad de las cosas hasta ese momento.

Para algunos fue un alivio por fin poder trabajar desde casa, para otros el miedo y la angustia fueron los primeros sentimientos que afloraron en su ser. Pero ninguno de nosotros sabíamos que pasaría, incluso ahora, muchos seguimos viviendo un día a la vez, con la esperanza de que los pocos planes que nos estamos planteando hacia el futuro podamos llegar a cumplirlos.

A lo largo del tiempo de estancia de esta pandemia se han evidenciado las deficiencias sistémicas que hay no sólo en México, sino en la mayor parte del mundo. Ha habido afectaciones en diferentes ámbitos, desde poder determinar cómo reportar al jefe mis avances de trabajo; cómo enseñarles a los estudiantes de manera remota, cuando vivimos en un país donde no todas las familias se pueden dar el lujo de tener una computadora, un televisor  o destinar un celular en la familia para que sus hijos estudien y que nuestro sistema educativo puede no tener, al día de hoy, todas las herramientas para enfrentar esta nueva modalidad; cómo llevar ingresos económicos a casa cuando tu trabajo no puede realizarse a la distancia, o tal vez sí, pero no sabes cómo hacerlo. 

El encierro, que ha implicado esta cuarentena, nos evidenció nuestra falta de inteligencia emocional y cómo consecuencia se incrementó la violencia que se vive en muchos hogares mexicanos.

Estas son problemáticas, que seguramente siempre han estado, pero que no eran tan evidentes en nuestra cotidianidad, y ahora se suma una de la que dependía nuestra vida, el cuidado de nuestra salud y los insumos

que se necesitan para atender a todas las personas que sean atacadas por este nuevo virus.

Estas y muchas otras problemáticas, son las que las ONG’s atienden en su quehacer diario, y muchos ni nos enteramos de que existen, estás ONG’s buscan mejorar la vida de las personas y construir un mundo donde quepan muchos mundos.

Pero ¿Cómo ha afectado la pandemia la operación diaria de estas organizaciones?

Daniela Gaytán, colaboradora de Fundación Merced, ha visto de cerca como la pandemia ha afectado a las ONG’s, y divide la problemática en 3 niveles:

  1. Angustia y desesperación 

Las organizaciones empezaron a sentir desesperación y angustia al no saber cómo realizar su trabajo desde su casa, ya que muchas de ellas, su quehacer diario implica el trabajar de manera directa con su población objetivo, es decir ¿cómo poder seguir trabajando con chicos de la calle a distancia, con madres solteras, con la niñez en zonas vulnerables, con los productores o agricultores, con artesanos? ¿Cómo acercarse a ellos desde lo digital? Esto aunado a que muchos colaboradores no tenían el equipo necesario para trabajar desde su casa.

  1. Miedo de no encontrar cómo seguir procurando fondos

Muchas de las organizaciones dejaron de recibir donativos de diferentes instituciones, ya que estas instituciones decidieron tener este dinero de respaldo para poder protegerse económicamente a lo largo del año.

Conseguir donativos durante el 2020 fue bastante complicado para las organizaciones, ya que, si bien algunas de las instituciones decidieron resguardarse económicamente, otras decidieron otorgar esos donativos a causas que contribuyen a atacar directamente a la enfermedad COVID-19, dejando a un lado las problemáticas que también se estaban agravando resultado del impacto sistémico que trajo este virus y que muchas organizaciones siguen atendiendo.

  1. Sobrecarga de trabajo

Cómo seguramente también ha sucedido con los empleados de las empresas, dentro de los equipos de las ONG’s también ha incrementado el trabajo al realizarse en home office, ya sea porque no ponen límites en sus horarios de trabajo o porque deben atender a sus hijos o situaciones de su casa y diversificarse atendiendo todo. Se vuelve una situación de mucho estrés porque ya que aunado a la carga de trabajo, hay que sumar el factor del aislamiento y el encierro.

Algunas organizaciones se han confiado de que el trabajo está saliendo, en muchos casos muy bien, por lo que el nivel de exigencia hacia sus equipos se ha incrementado y no se están dando cuenta, a nivel directivo, que ese nivel de exigencia está mermando la calidad de vida de sus equipos. 

Lo positivo

Daniela también nos menciona, que de manera positiva la sociedad civil ha sido muy resiliente y ha creado las posibilidades para seguir trabajando y seguir existiendo.

Las organizaciones que han sobrevivido han aprendido a trabajar de una manera diferente y se han transformado, muchas de ellas han apostado por nuevas estrategias para ir por un bien mayor.

La transformación de la operación

Durante casi todo el 2020 y las semanas que lleva este inicio de año, muchas organizaciones se vieron en la necesidad de cambiar sus estrategias, si bien no cambiaron su razón de ser, sí se vieron obligadas a transformar la forma en la que operaban. Mencionaré algunos ejemplos:

Tesoros de la Sabiduría A.C, es una organización que atiende a niñas, niños y adolescentes de las zonas vulnerables ubicadas en Chimalhuacán, Estado de México y Nezahualcóyotl, a las orillas de la Ciudad de México.

Esta organización contribuye al desarrollo psicosocial y cognitivo de su población por medio del juego dentro de seis ludotecas. A raíz de la pandemia su modelo de intervención tuvo que transformarse, ya que los chicos ya no podían ir a las ludotecas, por lo que llevaron las ludotecas a ellos, por medio de mensajes de WhatsApp enviados a sus tutores para poder realizar diferentes actividades, tanto individuales como familiares, llevándoles material suficiente a sus casas para poder trabajar a distancia por 6 meses; también comenzaron a realizar cápsulas con material educativo para reforzar temas escolares, y poder ayudarles de esta manera a entregar sus tareas y seguir aprendiendo.

Otro ejemplo, es Fundación Merced, al concretar su sueño de tener una plataforma para poder seguir capacitando y fortaleciendo de manera digital a diversas ONG’s.

Muchas otras organizaciones como Philantropice, o ECCO, se apoyaron en el uso de grupos de WhatsApp y en otras herramientas para poder comunicarse con sus comunidades y seguir trabajando con ellas.

Miguel de la Vega, reconocido consultor, investigador y activista de las organizaciones civiles, en un webinar organizado por la iniciativa Rutas para fortalecer, mencionó lo siguiente: 

Las organizaciones civiles que se están conformando y transformando para las próximas décadas probablemente generarán algunos de los mayores cambios en cuanto a las formas de participación ciudadana. El Siglo XXI ha representado un entorno adverso, por medio de restricciones abiertas o sutiles, justificadas en nombre de la seguridad y profundizadas por gobiernos con democracias iliberales o abiertamente autoritarios, han limitado de forma injustificada a los movimientos, colectivos y organizaciones civiles.

Esto se ha reflejado en restricciones legales, financieras y de diversos tipos que se verifican tanto en el mundo físico como en digital. La pandemia de 2020 ha impulsado que se profundicen estas restricciones en numerosos países, mismas que ya se verifican con medidas violatorias a DDHH al amparo de medidas sanitarias, combate al terrorismo o seguridad del Estado. Sin embargo, este nuevo contexto también representa una oportunidad de evolución amplia para repensar la forma en la que nos  organizamos para la acción ciudadana.”

Proyección al 2021

Como ya hemos visto esta pandemia vino a sacudirnos, tal vez a despertarnos, a recordarnos que estamos vivos.

Seguramente la sociedad civil empezó a re-pensarse, porque ya sabemos que esto no es solo una cuarentena, esta realidad implica una forma de vida diferente, un operar diferente, alcanzar nuevas metas y objetivos para lograr los resultados que siempre han esperado tener, lograr un bienestar integral para todas y todos, pero sabiendo que la estrategia debe cambiar.

Pero esta estrategia tiene posibilidades maravillosas, porque tiene la posibilidad de tener un mayor alcance, nos permite innovar, nos permite indagar, nos permite trabajar en equipo y construir redes.

Las posibilidades son infinitas y en Shared Value Consultores estamos listas para acompañarte en este camino, que para ti puede ser desconocido pero te llevaremos de la mano para lograr tus metas de múltiples maneras que jamás has imaginado.