Responsabilidad social, medio ambiente y nutrición: la triada perfecta

por Alina Carmona

El 28 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Nutrición. Esta fecha fue instituida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia de ingerir los nutrimentos necesarios para mantener un estado de salud óptima.

La OMS clasifica esta problemática en 3 grandes categorías:

  • Desnutrición: es cuando se ingiere una menor cantidad de calorías de las requeridas de acuerdo con la talla y edad.
  • Malnutrición: es cuando hay una falta o exceso de vitaminas y/o minerales que requiere el cuerpo para estar saludable.
  • Obesidad y Sobrepeso: es cuando se ingiere una mayor cantidad de calorías de las requeridas de acuerdo con la talla y edad, y éstas se acumulan en el cuerpo en forma de grasa.

Veamos algunos datos relevantes:

En todo el planeta tierra, más de 800 millones de personas no tienen acceso a alimentos suficientes, por lo que padecen hambre, situación que se ve reflejado en problemas de desnutrición y malnutrición. En contraste, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2016 alrededor del 39% de las personas adultas y el 26% de niños tenían sobrepeso. Lamentablemente, México ocupa el 1er lugar a nivel mundial en obesidad infantil y el 2do lugar en adultos.

Por otra parte, de acuerdo con diversos estudios realizados por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en el mundo se produce la cantidad suficiente de alimentos para cubrir las necesidades de la población mundial. Sin embargo, alrededor del 30% de estos productos se desperdician, situación que no ha permitido que nos acerquemos al cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible número dos: hambre cero. Por el contrario, si seguimos con esta tendencia se prevé que para 2030 supere los 840 millones de personas.

Asimismo, los problemas de desnutrición, malnutrición, sobrepeso y obesidad están directamente relacionados con varios factores como:

  • El sedentarismo
  • Mayor consumo de alimentos procesados
  • Reducción generalizada del consumo de frutas y verduras
  • Producción de frutas y verduras con menor cantidad de nutrientes, derivado del uso y abuso de agroquímicos y de la agricultura industrializada

Y aunque pareciera que el tema de nutrición es algo que atañe únicamente a la salud y bienestar de los individuos, en realidad, es una problemática que resulta en consecuencias bastante negativas para el medio ambiente y la sociedad como son: 

  • Colapso de los sistemas de salud derivado del aumento de personas con enfermedades crónico-degenerativas
  • Desequilibrio económico derivado de la fluctuación de precios con base en la oferta y demanda
  • Reducción de la biodiversidad derivado de la producción intensiva de los productos más demandados
  • Desertificación de los suelos
  • Infertilidad de la tierra
  • Riesgo para las generaciones futuras para cubrir sus necesidades alimentarias
  • Dificultad para alcanzar la seguridad alimentaria

Desde un enfoque de responsabilidad social, esta problemática multifactorial podría ser atacada y resuelta si los diversos actores de la cadena de valor de la producción de alimentos tomáramos acciones.

Recordemos que la responsabilidad social es un modelo de gestión, “una forma de ser” que aplica a todos los niveles: individual, a nivel familiar, comunitario, institucional, empresarial y gubernamental. Veamos el top 10 de pequeñas acciones que se pueden implementar desde los distintos niveles y roles de los actores de la cadena de valor:

  1. Leer las etiquetas y verificar los nutrientes que el producto aporta
  2. Evitar consumir productos que no sean de temporada
  3. Evitar el uso y abuso de agroquímicos
  4. Practicar la agricultura regenerativa
  5. Cuidar y procurar la conservación de los ecosistemas
  6. Promover prácticas de comercio justo
  7. Dar condiciones de compra preferenciales a los pequeños productores
  8. Promover el consumo local
  9. Invertir en tecnologías para mejorar los procesos productivos sin afectar el medio ambiente
  10. Invertir en el desarrollo de capacidades de los pequeños productores

Si estás interesado en contribuir a la solución de esta problemática, en Shared Value Consultores podemos apoyarte a través de el desarrollo de estrategias de responsabilidad social con enfoque de sostenibilidad ambiental. Asimismo, ofrecemos los servicios, de investigación, diseño, implementación, monitoreo y medición de resultados de proyectos para el desarrollo integral de pequeños productores y su inserción en cadenas de valor sostenibles.