Las barreras y motivadores del aprendizaje en adultos

por Nombre del artista

A lo largo de la historia las empresas han experimentado que el competidor más fuerte, es el que más gana en el mercado y es algo irrefutable, pero ¿cómo lograr serlo?

Actualmente, sin importar el ramo de las compañías, es palpable que existe una evolución en los tipos de liderazgo y trabajo. Uno de los cambios más evidentes es que ahora una de las prioridades, es conocer qué tan preparados se encuentran los integrantes de los organismos y saber cuáles son sus puntos a mejorar para asegurarse que tengan las herramientas necesarias para enfrentar y solucionar problemas o contingencias en sus actividades labores, que se traducen en optimizar recursos como tiempo y dinero para obtener el mayor beneficio generando más utilidades para la compañía.  

Tener equipos de trabajo bien preparados, puede parecer un reto debido a que estamos hablando de capacitar constantemente personas adultas que por lo general no están acostumbradas a estudiar por simple motivación intrínseca y que, seguramente, la última ocasión que estuvieron en un contexto educativo, fue cuando concluyeron sus estudios universitarios, técnicos o tal vez incluso antes, ya que de acuerdo a indicadores de la Organización  para la Cooperación  y el Desarrollo Económico (OCDE), en el 2019 sólo un 16% de la población mexicana entre los 26 y 64 años, contaban con estudios de licenciatura o equivalente. 

Actualmente, sin importar el ramo de las compañías, es palpable que existe una evolución en los tipos de liderazgo y trabajo. Uno de los cambios más evidentes es que ahora una de las prioridades, es conocer qué tan preparados se encuentran los integrantes de los organismos y saber cuáles son sus puntos a mejorar para asegurarse que tengan las herramientas necesarias para enfrentar y solucionar problemas o contingencias en sus actividades labores, que se traducen en optimizar recursos como tiempo y dinero para obtener el mayor beneficio generando más utilidades para la compañía.  

Tener equipos de trabajo bien preparados, puede parecer un reto debido a que estamos hablando de capacitar constantemente personas adultas que por lo general no están acostumbradas a estudiar por simple motivación intrínseca y que, seguramente, la última ocasión que estuvieron en un contexto educativo, fue cuando concluyeron sus estudios universitarios, técnicos o tal vez incluso antes, ya que de acuerdo a indicadores de la Organización  para la Cooperación  y el Desarrollo Económico (OCDE), en el 2019 sólo un 16% de la población mexicana entre los 26 y 64 años, contaban con estudios de licenciatura o equivalente. 

Es muy común que existan distintos tipos de barreras en el aprendizaje de nuevos conocimiento o habilidades, como:

  • Desinterés
  • Poca disponibilidad de tiempo
  • Baja concentración y atención
  • Desmotivación
  • Diferentes estilos de aprendizaje
  • Barreras psicológicas para aprender

Este tipo de obstáculos, muchas veces pueden generar frustración, la cual incrementa el estancamiento e impide la absorción de los nuevos conocimientos y que por ende se traduce en pérdidas empresariales individuales.

Si deseas un ejemplo concreto y cercano para que lo dimensiones, recuerda que tal vez en alguna ocasión, te has enfrentado a alguna de estas barreras cuando quisiste aprender un nuevo idioma, al querer realizar una nueva rutina de actividad física para ejercitarte o para aprender a manejar cierto software. ¿Te resonó algún momento? Es algo natural del ser humano, no hay motivo para sentirnos avergonzados.

¿Entonces cómo lograr tener un equipo bien capacitado?

No todas las personas somos iguales, ni todos aprendemos de la misma manera. Siempre es importante conocer a quién va dirigida la capacitación, qué estilo de aprendizaje tiene y cuáles son sus motivadores para así saber cuáles son sus necesidades. De esta manera es como se puede elaborar un plan realmente efectivo.

Es relevante conocer las expectativas y necesidades de la empresa y el estudiante ya que son herramientas que nos ayudan a descubrir los motivadores e impulsar el interés, y por ende, que el aprendizaje sea más sencillo y fluido. Los motivadores se dividen en tres grupos:

  • Motivación intrínseca: Puede ser la auto-recompensa emocional de contar con más responsabilidades, la culminación de proyectos, autonomía, lo atractivo de la actividad, crecimiento personal, cambios en la rutina, etc.
  • Motivación extrínseca: Son las recompensas externas que nos dan por haber hecho cierta actividad como, pago, regalos, promociones.
  • Motivación por integración: Forma parte de la motivación extrínseca; se llega a parecer un poco a la intrínseca debido a que la persona cuenta con autonomía y adquiere como propios los objetivos. Se consiguen mejores resultados que en el resto de las extrínsecas pese a que la actividad no se realice por el propio disfrute de la misma.

Ninguna de ellas es incorrecta o inválida; cabe mencionar que las que cuentan con mayor efectividad e incluso no pierden fuerza a lo largo del tiempo, son las recompensas intrínsecas. De ahí la relevancia para reforzar su uso.

Otra herramienta que refuerza la motivación de empleados, sin importar el ramo o tamaño de la empresa, es el salario emocional. No es algo que apenas se haya descubierto, aunque sí es algo a lo que no se le ha dado la relevancia necesaria. 

  El multimillonario Richard Branson tiene 3 famosas frases de las cuales podemos rescatar dos aseveraciones muy importantes. Veamos sus frases:

1. «Los clientes no son lo primero, lo primero son los empleados.»
2. «Si cuidas a tus empleados, ellos cuidarán de tus clientes.»
3. «Entrena a la gente lo suficientemente bien como para que pueda irse, y trátala lo suficientemente bien como para que decida quedarse.»

Las dos aseveraciones a rescatar son:

  • Colocar como prioridad a los empleados y utilizar estrategias de salario emocional, puede crear ambientes más armónicos, por ende, mejores rendimientos ya que ellos son el recurso más valioso
  • La constante capacitación en los equipos de trabajo, representa una inversión, jamás un gasto

Adicional, la retroalimentación oportuna también forma parte del proceso de aprendizaje, y bien ejecutado, puede ser utilizado como motivador.

Con base en la Teoría de la Necesidad McClelland, las motivaciones individuales se centran en tres pilares:

  • El deseo de lograr actividades que puedan representar un reto
  • El poder de influir, enseñar o dirigir a un grupo de personas
  • Llenar la necesidad de pertenencia a un grupo

Así que hay múltiples posibilidades y vías para lograr superar las barreras en el aprendizaje de adultos.

De acuerdo a Malcolm Knowles, el estudiante adulto, espera que la aplicación o utilidad de los conocimientos adquiridos, puedan ser inmediatos. Eso nos ayuda a entender que los programas de capacitación deben ser breves, directos y que aporten valor agregado concreto que genere beneficios a corto plazo. Por lo que los individuos deben verse involucrados en experiencias concretas, que les permitan observar, reflexionar y experimentar con sus conceptos para así replantearse nuevas ideas y conocimientos.

En Shared Value Consultores, gracias al know-how que nuestro equipo multidisciplinario tiene, podemos enfocarnos en la elaboración de proyectos end to end que van desde el diagnóstico de la problemática hasta la definición de metodologías para la medición de impacto y mejora continua de resultados. Nuestros planes de alta efectividad pueden ser tanto en modalidad de E-learning, presencial y B-learning acorde a los objetivos de aprendizaje de los capacitandos y a las necesidades de tu empresa.

Creemos en el potencial de fortalecer, instalar o desarrollar habilidades a cualquier edad y en diversas temáticas. Sólo es necesario que sepas qué habilidades requiere tu equipo aprender o desarrollar. Nuestro objetivo es ayudarte a que incluso, los temas que crees imposibles por aprender o impartir, se vuelvan un reto conquistado y tangible.