Hace unas semanas mientras platicaba con mi abuela de 80 años, surgió el tema de la procuración de fondos para OSC y resultó ser algo que ella considera peligroso pues creció en un México plagado de violencia y corrupción donde los rumores corrían sobre lavado de dinero mediante las Organizaciones de la Sociedad Civil. Ese prejuicio es compartido por muchos mexicanos (basado en mis experiencias) y compartido en las notas amarillas, pero cuando se está dentro de una OSC se sabe que estos prejuicios están alejados de la realidad. Si bien existen excepciones, la norma en  las OSC hoy en día es la transparencia y rendición de cuentas a las partes interesadas.

Ahora, una vez que se estableció que la manera en que las OSC recaudan fondos NO es mediante lavado de dinero, surge la pregunta de ¿cómo SÍ recaudan dinero las OSC y cuál es la mejor manera de hacerlo? Existen varias maneras de procurar fondos para operar proyectos de impacto social y/o ambiental, ninguna es mejor que otra, pues son diferentes y quienes se encargan de este proceso determinan cuál o cuáles son ideales en cada momento de vida de la institución. Es bien sabido que las OSC existen para impulsar y empoderar a grupos vulnerables, al igual que atender problemas que afronta el mundo, pero su extensa labor tiene que obtener recurso de algún lugar, y en la mayoría de las ocasiones es de múltiples fuentes. 

Como ha sido mencionado anteriormente, existen múltiples fuentes de recaudación, por ejemplo mediante redes sociales y páginas web donde las personas puedan hacer un donativo directo a la OSC, a través de plataformas de crowdfunding como puede ser GoFundMe o Donadora, donde las personas buscan una causa en específico para donar. 

Por otro lado, existen los proyectos fondeados de la mano de empresas o gobiernos, en el cuál éstos destinan un recurso para apoyar proyectos que se alineen con su área de operación y son desarrollados por OSCs. También existen convocatorias nacionales e internacionales para bajar recursos, y éstas pueden ser para proyectos específicos que desarrolla la OSC o simplemente para la operación de la misma. Por ejemplo, los gobiernos de algunos países lanzan convocatorias para impulsar el desarrollo. También existen organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo e inclusive organismos de las Naciones Unidas que destinan recursos específicos para organizaciones que deseen participar. 

Es importante considerar que todas las fuentes y oportunidades de procuración de fondos deben de ser analizadas en el contexto global, por ejemplo, eventos como cenas de gala podrían haber funcionado antes del 2020, pero a partir del COVID-19, es algo que probablemente no sería ideal. Por otro lado, el crowdfunding o recaudación por medios virtuales está en auge desde la misma pandemia.

Las opciones anteriormente mencionadas, no necesariamente brindan el recurso para que las OSCs puedan operar a largo plazo, pero son canales importantes que no se deben de descartar, y pueden desarrollarse simultáneamente, lo que ayuda a sostener la operación de manera anual. Lo importante es ser creativo y perseverar, sin perder de vista el objetivo, que siempre será desarrollar, empoderar e impulsar a los beneficiarios.

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